Me hace mucha gracia esta palabra, “turismo rural”…
Vamos a ver, yo vivo en un pueblo, de los pequeños, donde hay gente de pueblo, vacas, cerdos y pollos entre otros animales, campo, maíz y trigo, alfalfa, peras y manzanas. Y entonces me pregunto yo… ¿seré un turista?, ¿o vivir todo el año en un magnifico pueblo no cuenta…?
Para ser sinceros, he de admitir que yo también hago “turismo rural” de vez en cuando, o sea, salgo de mi pueblo para ir de vacaciones a otro pueblo (¡patético!). A veces también me voy de vacaciones a una gran ciudad, supongo que esto se debe denominar “turismo metropolitano”…
Profundicemos púes en este nuevo estilo vacacional (antes conocido cómo ir de pueblo…) La diferencia principal entre estos dos conceptos, es básicamente económica. Si te vas de vacaciones al pueblo, estas suelen ser gratis. Si lo que haces, es irte de “turismo rural”, te vas al mismo pueblo de los cojones, pero además te costará una pasta gansa!
Para hacer un “turismo rural” en condiciones, no vale cualquier sitio, no! Tenemos que encontrar un pueblo “con encanto” (primera trampa) ¿qué quiere decir que tiene encanto? Púes que alguien lo ha puesto en una guía, y que para acceder a él, tienes que hacerlo por una carretera comarcal “con encanto” (eso quiere decir, llena de baches)
Y al llegar al pueblo, las casas muestran una riqueza de piedra y madera desconocidas, a la vez que preciosas (son casas abandonadas, o en ruinas!).
Una vez llegados al pueblo “con encanto”, lo primero que haremos será buscar la casa donde nos alojaremos (los pueblos “con encanto” no salen en el GPS). La tarea será ardua y difícil, ya que por primera vez, tendremos que interactuar con los lugareños:
Tu: Buenas tardes Señora! Por favor, ¿me podría indicar dónde está el Hotel Rural Clotilde’s…?
Lugareña: ¿Usted no es de aquí, verdad…? (Comenzamos bien! Piensas para tus adentros!)
Tu: No Señora, no soy de aquí…
Lugareña: Anda! Con razón no me sonaba su cara! ¿oiga, es usted familiar de la Clotilde…?
Tu: No señora, ya le he dicho que no soy de aquí…!
Lugareña: Anda! Con razón no me sonaba su cara…!
Tu: Señora, por favor, ¿sabe usted dónde está el Hotel Rural Clotilde’s…?
Lugareña: Claro! Porqué no me lo ha preguntado antes! Si Clotilde es de mi familia…coja usted la Calle Mayor hasta el final, y cuando se acabe el asfalto, salga por el camino de la derecha, y a unos 2 km encontrará una granja de vacas…allí es!
Tu: Gracias! Y buenas tardes Señora…
Después de esta primera toma de contacto con la “fauna rural”, nos dirigimos hacia la casa “con encanto”, siguiendo las instrucciones de la gentil pueblerina. Pasados unos 5 km (no 2 cómo nos habían indicado) y después de dejar nuestro coche lleno de polvo (gracias a la pista sin asfaltar)
Llegamos al fin...! Ahí está nuestro destino vacacional…! Una granja de vacas…!
Bajamos del coche, y lo primero que pensamos es (que aire más limpio, que olor a naturaleza!) Estos pensamientos quedan rotos cuando nuestra mujer nos mira y nos dice: Macho, te has lucido! Que olor a estiércol…!!!
En seguida, atraída por nuestras voces, sale a recibirnos la Sra.Cloti (dueña del Hotel Clotilde’s) que sale ataviada en bata de cuadros, botas de agua, y una fantástica gorra de propaganda…
Ella, gentilmente, nos saludará, nos preguntará cómo ha ido el viaje, besará a los niños, y nos acompañará hasta nuestros aposentos…
Ahí es cuando comenzamos a ver que más que un hotel “con encanto”, es una casa “con desencanto”. No hay jacuzzi, ni aire acondicionado, ni tele de plasma, ni gimnasio, y tu, ya comienzas a pensar (coño! 70 euros la noche! Que timo!). Una vez desechas las maletas, lo primero que haremos será ir al pueblo de nuevo, para tomarnos unas cervezas y de paso, conocer un poco más a las gentes del lugar…
Al llegar al bar, nos sentamos en una mesa, y comenzamos a ser fulminados por unas miradas curiosas, a la vez que desafiantes. Nosotros, para romper el hielo, lo primero que diremos en voz alta será: Hola! Qué, que es lo típico de aquí…? Y los lugareños pensaran: (lo típico de aquí, es que vengan gilipollas cómo tu a gastarse 1.000 euros en una semana!) aunque te dirán que si la Ermita tal, que si la fuente cual, que si el molino de allá…
La próxima parada será el restaurante del pueblo (regentado por la prima de la Clotilde) donde por un módico precio, seremos deleitados con los más delicados y suculentos manjares (migas, chorizos, panceta y morcillas varias).
Tú, embebido ya por el espíritu rural, comienzas a comerle la cabeza a la familia con un soniquete parecido a esto: Anda! En la ciudad no te comes unos huevos así! ni estas morcillas, ni este pan, ni este chorizo…! Y entonces le preguntas a la prima de la Cloti:
Tu: ¿Sra. este chorizo es de matanza…?
Prima de la Sra. Clotilde: Púes casi…! porqué el repartidor de la Campofrío volcó el camión al entrar al pueblo, y casi se mata…!!!
Nota: (Perdonad el chiste, no me he podido aguantar de hacerlo!!!)
Ya de noche, regresaremos al Hotel Rural Clotilde’s, donde nos dedicaremos a observar el cielo estrellado, mientras escuchamos a los grillos de fondo, y un perro afónico de tanto ladrarnos. El marido de la Sra. Clotilde, se ofrecerá gentilmente a que le acompañemos en “las actividades de la casa”, y nosotros, cómo pardillos accederemos!. Entonces él nos dirá, púes nada, a las 6 os despierto, y nos vamos todos juntos a ordeñar las vacas!. Y entonces nos vendrá a la cabeza: (las 6!!! Con lo fácil que es abrir la nevera, y pillar un brick!!!)
Entonces, pensando en el madrugón, nos iremos a dormir. La noche, será idílica! Víctimas del cansancio provocado por el viaje y las emociones, nos tumbaremos en la cama…y ahí precisamente tendremos la última sorpresa del día! Sábanas de puro algodón, duras cómo la piedra de tanto almidón, un colchón parecido a un tablón de madera, y unos mosquitos (no olvidemos que estamos en una granja) de un tamaño desconocido para nosotros!!!
En fin…esto es lo que nos encontraremos (un pelín exagerado claro) pero al fin y al cabo, es lo que hay…
Tenemos una imagen distorsionada sobre las gentes de pueblo, sobre sus costumbres y maneras (tengo un conocido en BCN que una vez me comentó si teníamos lavabos en casa, o íbamos todavía al corral…!!!). Disfrutad de vuestras vacaciones, pero eso sí, escoged bien el sitio…
Un saludo a tod@s!